LA CABRERA CELEBRA SUS PRIMEROS 20 AÑOS
Qué hace posible que un restaurante dedicado a las carnes reciba por mes a más de 10.000 comensales, que quienes se sientan en sus mesas disfruten de 1.450 bifes de chorizo de 800 gramos y 1.200 ojos de bife de 600 gramos cada 30 días. Y mil kilos de molleja crocante. Y esto solo en su primer local, donde nació todo.
La respuesta es que todo es posible, porque alguien tuvo un sueño e hizo lo necesario para cumplirlo con creces. En plena crisis de 2002 en Argentina, Gastón Riveira, en ese entonces un joven chef enamorado de los fuegos y de la carne, abrió el primer local de La Cabrera en Palermo, un Palermo mucho más tranquilo del que conocemos hoy.
Se cumplen 20 años de La Cabrera. Y fue posible porque Gastón creó una experiencia diferente en carnes. Por eso, en poco tiempo desde su apertura La Cabrera se convirtió en un lugar de culto.
Los concierges de los principales hoteles de Buenos Aires estaban sorprendidos porque en lugar de hacer recomendaciones sobre donde ir a cenar, los turistas al momento del check in, pedían que se les hiciera una reserva esa misma noche para visitar el lugar. Algunos por primera vez, otros ya como “amigos” de la casa.
Un viaje que no pudo ser y cambió su destino
Para finales del 2001, Gastón recibe una propuesta para ser parte de un proyecto encabezado por el actor Christopher Lambert quien construiría un hotel 5 estrellas en las Islas de la Bahía en Honduras. Acepta y unos meses más tarde, con Ximena, actual esposa y madre de sus hijas, deciden primero casarse. Faltaban pocos días para viajar cuando les comunican que el proyecto iba a demorar varios meses. A pesar de que eran momentos donde sorprendía que alguien invirtiera, para Gastón y Ximena este cambio de planes fue el puntapié inicial para “tirarse a la pileta sin saber si había agua”, según recuerda Riveira. Es así que deciden destinar el dinero de los regalos de casamiento y los ahorros para dar inicio a su proyecto propio.
Ximena jugó un rol fundamental desde los inicios y a lo largo de la carrera culinaria y empresarial de Gastón. Desde acompañarlo en la gestión y el funcionamiento del restaurant, hasta brindar el respaldo y el aliento en cada paso del camino hacia el éxito. La Cabrera se ha construido gracias a un gran trabajo en equipo.