Marcar la diferencia en esta Navidad: cientos de voluntarios participaron del armado y distribución de comidas para más de 20.000 personas de todo el país.
En el marco de la campaña que nos invita a despertar el espíritu navideño que vive en cada uno de nosotros, voluntarios de la Compañía Coca-Cola Argentina, sus socios embotelladores y Cáritas Argentina, ayudaron a miles de familias de toda la Argentina.
El espíritu de dar y compartir que vive en cada uno de nosotros se hace aún más fuerte en esta época del año, con gestos que hacen la diferencia en la vida de las personas. Para algunos, esa generosidad es algo que se vive en el día a día: gente que trabaja por el prójimo en comedores de todo el país, con el único objetivo de tender una mano a quienes más lo necesitan. Coca-Cola Argentina celebra el compromiso de esas personas, que honran la campaña «Despertá la magia navideña que vive en vos», acercándoles, en trabajo conjunto con algunos centros, comedores y diócesis acompañadas por Cáritas Argentina, alimentos para que familias de todo el país puedan celebrar la Navidad alrededor de la mesa.
La iniciativa contó con la ayuda de cientos de voluntarios del Sistema Coca-Cola – la Compañía Coca-Cola junto a sus Socios Embotelladores-, que colaboraron con el armado de cajas con alimentos, que luego fueron distribuidas a los comedores de gran parte del país. Se trata de un trabajo solidario que se repite cada Navidad. «Me encanta participar de esta acción todos los años, porque el voluntariado es algo que está en mí desde muy chico, cuando participaba en acciones organizadas por la Iglesia de mi zona”, cuenta Alejo Marti, Analista de Sustentabilidad de Coca-Cola Andina Argentina. “A mí me parece muy importante que en Navidad, y como cierre de año, pasemos un momento lindo en familia, un momento gratificante en el que podamos disfrutar. Por eso es importante que no falte nada arriba de la mesa, y que las preocupaciones materiales o del día a día queden atrás para poder disfrutar el momento. Ayudar a que todos podamos reunirnos alrededor de una linda mesa y pasar un momento mágico”.
Héroes anónimos
En la vida, el círculo virtuoso de dar y recibir es infinito, y un caso perfecto para ilustrarlo es el de Silvia González, titular del Comedor El Alfarero, en la Villa 21-24 de la Ciudad de Buenos Aires. De chica pasó hambre: en su casa, eran 12 bocas para alimentar y salían a pedir por el barrio. Ella misma asistió a un comedor, donde sus padres ayudaban. El Alfarero abrió hace 7 años, justamente un 23 de diciembre, para dar una mano en esta época del calendario tan especial. Allí trabajan cuatro personas: Silvia y otra persona en la cocina, la hermana de Silvia, que está por recibirse de docente y brinda apoyo escolar, y una amiga que cose y que hace magia arreglando la ropa que traen los vecinos. “Hacemos esto con mucho amor y cariño y tratamos de transmitir eso a quienes se acercan en busca de ayuda. Me gusta que cuando vienen las mamás puedan sentirse cómodas y saber que esta situación en algún momento va a pasar. Igual que me pasó a mí y pude salir adelante. Por eso yo hoy les hablo desde mi lado de mamá, de vecina, de amiga”, cuenta Silvia.
Los comedores son el eslabón importante de esta cadena voluntaria navideña, y en El Alfarero recibieron la donación con mucha alegría: «Aquí dependemos del agua de pozo, así que cuando llegan estos alimentos y bebidas la gente se siente muy contenta. Es hermoso poder darles algo lindo a los chicos. Ellos esperan la Navidad con muchas ansias, sabiendo que es tiempo de amor, de paz, de reencuentro. La Navidad es estar bien, perdonar, poder compartir. Si hoy uno de los chicos no tiene, otro seguro le puede dar una mano. Navidad es poder servir, dar un poquito de lo que tenés”.
“En Coca-Cola Argentina nos propusimos, en esta oportunidad, junto a Cáritas Argentina y a nuestros socios embotelladores, despertar el espíritu navideño que vive en cada uno de nosotros para que miles de familias puedan reunirse con una comida especial alrededor de la mesa. Y, además, celebramos a aquellas personas que, durante todo el año, demuestran esa vocación por el bien común. Con esta campaña seguimos profundizando en nuestra mirada optimista sobre el mundo y sobre las personas, invitándolas a ser protagonistas del cambio, a hacer que lo extraordinario suceda”, declaró Silvina Bianco, Gerente Sr. de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad.
En una época del año tan significativa, la donación y el trabajo de los voluntarios reflejaron de manera significativa lo que buscó transmitir la campaña de Coca-Cola para este año: el poder de la comunidad. Porque la Navidad es un momento para unirnos y hacer la diferencia.
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