Las niñas del futuro: ¿princesas o guerreras?
En el evento virtual «Cómo Criar Niñas para el Futuro», realizado en el marco del mes de la mujer, se plantearon nuevos modelos de educación para alcanzar la equidad de género
En este sentido y en el marco del mes de la mujer, la agencia de comunicación another organizó el webinar «Cómo Criar Niñas para el Futuro«, con las presencias de la autora de «La Guerrera Lola Menta y la Ciudad de Hombies«, Carla Salvatierra Flores; Xochitl Bonilla, general Manager Regional de another; Lorena Diaz Quijano, consultora en transformación digital y Board Member de la ONG Voces Vitales Argentina, y la psicóloga y ex coach de «Las Leonas«, Ingrid Rivera.
Durante el evento, las oradoras expusieron sus puntos de vista sobre la importancia de fomentar nuevos valores y la importancia de construir una imagen positiva con la que las niñas debían identificarse.
La escritora Carla Salvatierra Flores, creadora del personaje Lola Menta, del libro “La Guerrera Lola Menta y la Ciudad de Hombies”, comentó sobre la importancia de los relatos y de qué manera ayudan a formar patrones y estereotipos.
“Escribir un libro infantil me llevó a recordar mis personajes preferidos de la infancia y, en su mayoría, responden a la definición de princesa: mujeres bellas y delicadas, pero habitualmente sin poder o decisión sobre sus vidas, a merced de la voluntad de sus padres o del príncipe azul. Y me puse a pensar que las niñas del mañana necesitan otros modelos. Los relatos nos forman, son parte de nuestra cultura: absorbemos sus enseñanzas, conductas y formas. Por eso, me pareció importante crear un personaje que libere a las niñas de los mandatos de las princesas, y así nació Lola Menta: una guerrera pacífica, cuyas ‘armas’ son la inteligencia y creatividad”, concluyó Carla Salvatierra Flores.
Xochitl Bonilla, General Manager Regional de la agencia another, reveló datos de una encuesta sobre equidad de género realizada en febrero por another en 10 países de América Latina. El estudio arrojó que el 60% de los hombres disponen de tiempo libre, siendo que las jornadas laborales de las mujeres suelen ser más extendidas, sobretodo en países como México y Perú. Pero no todos los datos son negativos: la investigación también indicó que es más frecuente encontrar lugares de trabajo igualitarios y el 70% de los encuestados reveló que sus lugares de trabajo implementaron cambios en pos de la equidad de género en cargos directivos.
“De a poco, algunas brechas se van achicando. En este sentido, las empresas juegan un rol fundamental en ser agentes de cambio, y continuar brindando oportunidades para la diversidad de género. En another, las mujeres son el 51% del staff y las oficinas de América Latina son todas lideradas por mujeres”, afirmó.
En el ámbito profesional, la consultora en transformación digital Lorena Diaz Quijano compartió con los asistentes su visión sobre cómo generar nuevos frentes de actuación para mujeres y niñas.
“El 30% de las empresas de tecnología está liderada por mujeres. En Argentina, el 50% de las personas que trabajan con Comercio Electrónico son mujeres, por lo tanto el desafío es reforzar entre las niñas que hay muchas oportunidades de trabajo digital en donde pueden desarrollarse y no solo en desarrollo de software, sino en distintas áreas. Invito a que todos adoptemos el rol de líderes y mentores de las niñas, como facilitadores de cambios en la manera de ver el mundo del trabajo y cómo pasar de ser usuarias para ser creadoras del mundo digital”, comentó.
En la esfera personal, la psicóloga y coach Ingrid Rivera resaltó la importancia de celebrar las diferencias a través de las individualidades:
“En muchos casos las mujeres no se animan a asumir ciertos roles y debemos cambiar este chip. Todavía hay mujeres a las que les cuesta postularse para puestos de mayor desafío por no creer en su capacidad. Para incorporar el liderazgo inclusivo, es recomendable valorarnos a nosotras mismas y las diferencias porque todos ganamos con una sociedad diversa”.
Entre las buenas prácticas compartidas en la charla, se destacan algunas acciones concretas para generar cambios positivos para un mundo libre de discriminación:
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Cuidar las palabras: estar atentos a cómo nos comunicamos delante de las niñas y niños.
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Valorar y respetar el trabajo de las personas que nos rodean, sin jerarquías.
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Incorporar en la dinámica familiar actividades que tengan impacto social.
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Evitar el racismo, eso incluye algunos apodos, por ejemplo.
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Respetar las preferencias y orientación sexual de todas las personas.
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Educar con modales: pedir las cosas, en vez de exigirlas.
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Educar sin distinción de roles por género, como por ejemplo, como se dividen las tareas del hogar.