Las frases de la película De tal padre, tal hijo #Cine

Por Alicia Vidal

Fui a ver el preestreno de la película “De tal padre, tal hijo” del director japonés Hirokazu Kore-eda en el micro cine de Distribution Company.

Es una película con buen ritmo. Temía que al ser de origen japonés se pusiera “pesada” pero no lo sentí así, a pesar de tener una duración de 121 minutos.

La historia se vincula con dos familias que descubren que sus hijos fueron cambiados al nacer por un capricho desvelado de una enfermera. De allí en más ambas familias se dirimen en cómo manejar la situación ya que sus hijos estaban insertos en sus respectivos hogares de crianza.

Este argumento me hizo acordar a la película El Hijo de otro donde se retrata donde sucede lo mismo pero con el agravante de que una familia era judía y la otra palestina.

Tanto en esa película francesa dirigida por Lorraine Levy como en la obra de Kore-eda, hay algo parecido y es la similitud de reacción de las madres. En ambos casos las mujeres tienen más plasticidad para aceptar la situación y llevar adelante el vínculo cruzado entre chicos y familia, aceptando que se trata de algo beneficioso para ambas partes. En cambio, los hombres, parecen ofuscarse con la situación y eso les dificulta la amalgama, que en ambos casos llega a producirse de modo satisfactorio.

Y a la hora de las frases pude tomar algunas de esta pieza recomendable del cine japonés.

“No me sobra el tiempo para malgastarlo con perdedores”

“Hoy en día la bondad es un defecto”

“Deja para mañana lo que puedes hacer hoy”

“¿Se preguntaron por qué como madre no me di cuenta?”

“Para los niños el tiempo es todo”

“Hay cosas que no se compran con dinero”

“Los hijos se te parecen aunque no vivan contigo”

“Querés a la persona y acabás siendo como ella, la sangre es lo de menos”

“Siempre has pisado el acelerador, en algún momento hay que frenar”}