Para la mayoría de los equipos inscriptos en el Dakar, la proeza de llegar a la meta ya es todo un logro. Para Maris Saukans y Andris Dambis esa alegría contará con un valor simbólico adicional, puesto que van a disputar la prueba con un 4×4 propulsado por un motor 100% eléctrico.
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Para el equipo Team Latvia, al reto deportivo se suma un desafío tecnológico, que presentan con el nombre código “OSCar eO”; un vehículo vanguardista construido desde cero en menos de un año: “durante el desarrollo, hemos tenido que cambiar su funcionamiento en varias ocasiones”, comenta Dambis.
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“El vehículo se propulsa con un motor eléctrico que cuenta con una autonomía de unos 800 km y que nos permite correr como máximo a 150 km/h. Lo hemos adaptado a las restricciones que impone el terreno en el Dakar y utilizamos los procedimientos más punteros del momento. Con eso y con todo, las largas etapas, la arena, el polvo y el calor nos van a plantear problemas serios. La perseverancia y la profesionalidad van a ser esenciales para llevar este proyecto a buen puerto”.
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Armados con una confianza a prueba de bomba, Saukans y Dambis son conscientes del difícil reto que les espera, puesto que separadamente han finalizado el Dakar en África y en Sudamérica. Sobre todo, son conscientes de lo que significaría llegar a Lima: “queremos demostrar que los vehículos eléctricos pueden ser competitivos.
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Nos quedaremos más que satisfechos si conseguimos llegar a la meta final. No va a ser fácil, pero es factible. Somos pioneros y pienso que las energías alternativas, como todas las ideas que van en el mismo sentido, concuerdan muy bien con el espíritu general del Dakar”.