Día Nacional del Guardaparque: la Reserva Natural Villavicencio celebra a los guardianes del patrimonio natural y cultural de la Argentina
En el Día del Guardaparque se destaca a los cuidadores que protegen y preservan las riquezas naturales, poniéndose en valor su compromiso y la labor que asegura la conservación de nuestros ecosistemas.
Para celebrar su día, la Reserva Natural Villavicencio rinde homenaje a una parte fundamental de su equipo, los guardaparques. Entre ellos Miriam, una apasionada guardaparques que ha dedicado su carrera a proteger las más de 60.000 hectáreas que albergan paisajes emblemáticos y una biodiversidad única en Mendoza, donde nace Villavicencio, un agua con atributos únicos y un perfil de minerales que le dan un sabor y calidad inconfundible.
Miriam forma parte de un equipo de 9, que cumplen un rol fundamental. Entre sus responsabilidades, controlan y monitorean el patrimonio natural y cultural de la Reserva Villavicencio, brindan soporte a investigadores, evitan incendios y la cacería furtiva, se aseguran que las personas no realicen actividades dañinas con el ambiente, generan y mantienen la infraestructura necesaria, como la cartelería informativa y preventiva para mejorar la experiencia de visita, y asisten al turista en caso de necesidad.
Además, la Reserva promueve la capacitación y el aprendizaje de futuros profesionales a través de programas de prácticas profesionales para guardaparques, donde reciben más de 8 futuros profesionales por año.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta un guardaparque en su trabajo es la variabilidad de situaciones: “Cada día hay algo nuevo que aprender y hacer, y eso es lo que me encanta. Cometes errores, pero esos errores te ayudan a mejorar. No es algo que me frustre; al contrario, me da energías para seguir adelante. No soportaría una rutina diaria típica de un trabajo de oficina; estoy en medio de la montaña, enfrentando diferentes climas, y eso es maravilloso” – Miriam Ciarcia, guardaparque de la Reserva Natural Villavicencio.
El equipo está compuesto por 1 responsable del área, 7 guardaparques, y 1 baqueano, los cuales están distribuidos en seccionales, con cuatro guardias. En su trabajo diario, planifican un orden en el que cada seccional hace la guardia de la semana, para luego regresar a sus casas y descansar los siguientes siete días.
Logros en la conservación y vigilancia
Hoy, gracias a sus rigurosos controles en el territorio, la Reserva lleva más de 14 años sin incendios. El mantenimiento de las picadas corta fuego es crucial; actualmente, hay 15 km de picadas abiertas, y su limpieza es fundamental para poder combatir incendios.
En términos de vigilancia y control, aumentaron las salidas de 70 por año (2015-2020) a 180 desde 2021 a 2023. En 2024, ya han realizado 117 salidas, reflejando un gran trabajo en campo.
Antes de la creación de la Reserva, varias especies sufrieron una gran disminución debido a actividades que impactaron sus poblaciones y la calidad de sus hábitats como desmonte, actividad minera, cacería e incendios, donde los más afectados fueron el guanaco, el puma y el zorro colorado, resaltando la necesidad de su protección. Ocho años después de la creación, la población de guanacos comenzó a recuperarse gracias a los esfuerzos del equipo de la Reserva, que no sólo protege especies y hábitats de flora y fauna, sino que también garantiza su regeneración y sustentabilidad.
Luego de 12 años sin ver al gato andino (Leopardus jacobita), en 2019 se logró capturar imágenes de la especie en la Reserva, confirmando la presencia en el área protegida. Por estar en peligro de extinción, continúan trabajando en conjunto el área técnica de la Reserva, guardaparques y la Alianza Gato Andino (AGA) para monitorear la especie.
Los guardaparques también son quienes recogen los residuos en ruta, y han logrado una notable reducción de 2.586 kg en 2016 a 241 kg en 2023, con 64 kg en 2024, un reflejo del gran trabajo de concientización y educación que realizan cada día con los visitantes.
“Ser guardaparque es una de las profesiones más lindas, nobles y de verdadera vocación que pueden existir. Felicito y admiro a cada guardaparque del país, nuestra labor es súper importante para mantener vivo y sano muchos lugares que son vitales para el desarrollo de las personas en cualquier parte del mundo. Un orgullo decir cada vez que me preguntan de qué trabajo, SOY GUARDAPARQUE”, expresa Miriam.
En la Reserva Natural Villavicencio, visitada por más de 200.000 personas al año, la figura del guardaparque es esencial, no sólo para proteger el medioambiente, sino para el éxito de los programas de conservación y turismo responsable que se desarrollan desde el año 2000. Esta efeméride refuerza el compromiso de cuidar, conservar, proteger y preservar este espacio único y su riqueza natural autóctona.