El modelo permite evaluar la situación de cada organización en materia de diversidad en cultura, políticas y procesos, así como también revisar la comunicación de la empresa. de esta manera detecta las dimensiones más estratégicas que requieren intervención.
“Es una herramienta diseñada para tener en cuenta cada una de estas variables. Además, permite medir los procesos, indicadores, política y percepciones para saber en qué estadío se encuentra una organización y trazar objetivos acordes a las necesidades, permitiendo modificar el negocio, la gestión de talento, la comunicación, las normas y políticas de acuerdo al estadío donde se encuentre”, concluye titular de Bridge The Gap.
El lanzamiento se realizará el 7 de octubre a las 18 hs. en un webinar exclusivo donde se explicarán las 10 dimensiones de la diversidad, y se contará con la presencia de Romina Ruffino, Gerenta de Comunicación Interna y Cultura de Tarjeta Naranja, como expositora del caso que está atravesando la empresa.
“Se trata de una herramienta que es mucho más que género, porque contempla 10 puntos estratégicos acerca de las diversidades. Está diseñada para que las empresas que atraviesen este proceso estimulen la integración de estas dimensiones, a la vez que generen una comunidad de buenas prácticas, donde van a tener workshops gratuitos para actualizarse y actividades que potencien las diversidades”, cuenta González Oviedo.
¿De qué hablamos cuando hablamos de las diferentes dimensiones de la diversidad?
- Orientación sexual e identidad de género: Mide la percepción de las minorías en los términos de identidad de género, orientación sexual sobre el trato y libertad de expresión
- Etnocultura: Evalúa la percepción de las diferencias interculturales en términos de acceso a las oportunidades, igualdad de trato y libertad de expresión.
Pluralidad religiosa: Mide si las creencias religiosas son respetadas y reconocidas, si son motivo de discriminación, si existen obstáculos para la libertad de expresión. - Diversidad funcional: Esta dimensión evalúa la cantidad de personas con discapacidad en términos cuantitativos. Los tipos de diversidades existentes, el acceso al mobiliario adecuado para las mismas y si ha sufrido discriminación por esta.
- Género: Permite evaluar la situación cualitativa/cuantitativa en materia de políticas de género y brechas económicas de género.
- Generaciones: evalúa la pluralidad en la nómina en edades cronológicas. Si este factor es obstáculo para el desarrollo y su relación con la rigidez o flexibilidad al cambio.
- Heterogeneidad socioeconómica: evalúa niveles educativos, orígenes socioeconómicos. También el impacto de estas variables en posible discriminación en el acceso a las oportunidades.
- Aspecto físico: Mide el impacto de las normas hegemónicas de belleza física en el acceso a oportunidades y posible discriminación.
- Diversidad de pensamiento y opiniones: Evalúa la percepción de los colaboradores en materia de libertad de expresión y pluralidad de miradas en el ámbito laboral.
- Salud: Mide las posibles discriminaciones por motivos de salud crónica, el acceso a tratamientos adecuados y a la posibilidad de equilibrar vida laboral con la atención de la salud personal.
“Hemos pensado en un instrumento diseñado para la comunidad latina e hispana, porque uno de los problemas que tienen las herramientas existentes, es que son adaptaciones de países anglosajones. Buscamos y creemos más en hablar de comunidades de buenas prácticas que de rankings o estimular la competencia entre empresas, porque no es el espíritu de la diversidad y tampoco el de nuestra marca. No hay comparación posible entre diferentes culturas. Además, vamos a lanzar una versión gratuita disponible que será más simple, con un diagnóstico muy ágil para que hagan las empresas”, concluye la titular de Bridge the Gap.