Movimiento “QUIEROLATA” busca potenciar el uso del envase y generar conciencia ambiental
Livianas y fáciles de transportar, las latas son perfectas para momentos de celebraciones y consumo personal. Por ello, Ball Corporation impulsa el movimiento “QUIEROLATA”, una iniciativa creada para promover en Latinoamérica un mayor consumo del envase de aluminio, la opción más sustentable del mundo, ya que es 100% e infinitamente reciclable
Siguiendo la tendencia del “ready to drink”, esta acción impulsada por Ball Corporation, busca promover en Latinoamérica un mayor consumo de latas de aluminio y construir una comunidad activa alrededor del movimiento “QUIEROLATA” para generar mayor conciencia sobre las ventajas de este envase y educar sobre el reciclaje.
La campaña se trabajará con influencers y figuras ligadas al mundo de la sustentabilidad, cuidado del medio ambiente y reciclaje, para dar a conocer los mensajes clave sobre la lata: un envase que mantiene mejor las propiedades originales de cada bebida, es fácil de transportar, conserva la temperatura y, sobre todo, es 100% e infinitamente reciclable.
“QUIEROLATA” fue desarrollada por Ball, con el fin difundir la campaña en Argentina, Chile y Paraguay, siguiendo la línea de la campaña “VADEALATA”, lanzada en Brasil en 2018.
“Este movimiento lo iniciamos en Brasil y, gracias al éxito que tuvimos, hoy buscamos replicarlo en otros países. Por ello, con un tono divertido, apostando por un lenguaje sencillo, queremos animar los consumidores a tomar decisiones conscientes desde el punto de venta”, explica Thais Moraes, Directora de Comunicaciones de Ball Corporation.
Para conocer más acerca de las acciones se encuentran disponibles los canales de Facebook e Instagram @QUIEROLATA.
100% e infinitamente reciclable
Las latas son los envases más reciclados en el mundo y, por tanto, los más sostenibles de la cadena de bebidas. Siendo infinitamente reciclable, el aluminio es uno de los máximos exponentes de la economía circular, un modelo que pretende optimizar los productos a lo largo de todo su ciclo de vida.
Además, el reciclaje de este material consume solo el 5% de la electricidad y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en un 95% en comparación con el proceso de producción de aluminio primario.