Por Alicia Vidal “No hay que meter lujo al lujo, la propia naturaleza tiene glamour” expresa Miguel Camps, el alma mater del redescubrimiento de Anastasio, un emplazamiento de características únicas en el entorno de la punta costera más renombrada del este uruguayo . Geográficamente, Anastasio refiere al arroyo y a la laguna que se ubican en el departamento de Maldonado en el área de influencia de José Ignacio y laguna Garzón, en la República Oriental del Uruguay. Anastasio es “natural y agreste, no busca ponerse de moda sino poner en valor lo que ya está” define Camps, un destacado emprendedor que lidera Argencons, la desarrolladora de los conjuntos Quartier, que además preside la Asociación de Empresarios de la Vivienda de la República Argentina –AEV-. El Ingeniero Miguel Camps no quiere convertirse en el eje de atención de este lugar pero su ligazón con el espíritu de Anastasio se hace inevitable. Se trata de una antigua hacienda y posterior haras de la raza appaloosa (originaria de los indios del oeste americano) cuyas 250 hectáreas se hallan íntimamente imbricadas a la laguna y al arroyo, y que llegaron a sus manos y a su tutela hace unos 10 años . Y desde entonces Camps viene desplegando una serie de iniciativas que convertirán al lugar en un emplazamiento único y privilegiado en un área ya consagrada de la costa uruguaya. Lejos de arremeter con “cosas nuevas”, se busca recuperar lo natural, agregando o más bien devolviendo valor a la zona. El propio Camps admite que él mismo sufrió un proceso de “des-ingenierización” (neologismo alusivo a su necesidad de salirse del encuadre de ingeniero, si por eso se entiende cierto sesgo hacia manejarse de modo estructurado) y al hablar de Anastasio parece haber un proceso análogo. Hay un plan, pero lo que se destaca es la búsqueda de lo genuino y de potenciar la energía que emana de esta tierra, sumando a la vez la impronta de quienes “fortuitamente” se van acercando en sintonía al lugar. La idea es integrar la consagrada zona de playa lindera a José Ignacio, donde el proyecto global “Anastasio” incluye un condo hotel y club de playa, con las futuras chacras de “tierra adentro”, donde ya comienzan a ofrecerse servicios de gastronomía natural y experiencias activas con base en el “Refugio” sobre la costa de la laguna. A esto se le suma el Café y restó Anastasio en la entrada del Pueblo, donde no solo se brindarán servicios gastronómicos sino que también se albergarán exposiciones de arte, y se invitará a charlas y debates. Así, con los tres ejes territoriales, de campo, mar y pueblo, sumado al empuje de lo gastronómico y experiencial, Anastasio se convierte en un diferencial en una zona ya consagrada. El área va tomando vida sin apuro por acelerar procesos. Hoy Anastasio congrega actividades que tomarán impulso durante esta temporada 2015. “Este lugar no es extremo, ni tampoco chato, invita a un disfrute activo” destaca Camps. Y si algo se evidencia en sus dichos es que él mismo está imbuido de no encorsetar el espíritu de Anastasio. Serán quienes adhieran a estos conceptos y a este espíritu, quienes se irán acercando al lugar para darle sus “pinceladas”. Sin dudas no se trata de un proyecto más en la larga y exitosa carrera del líder de Argencons. No por nada optaron por no titularlo Quartier, como los más de 15 desarrollos edilicios que cambiaron la fisonomía y marcaron un antes y un después en el ejido urbano porteño. Anastasio es diferente, hay un plan pero parte del mismo es que vaya ganando terreno la impronta de quienes se vayan sumando, primando hasta en ese aspecto lo natural y lo genuino, el concepto de no imponer sino recuperar. No casualmente la palabra Anastasio refiere a un vocablo griego que significa “resurrección”, y en ese sentido podría decirse que con el impulso de Camps se busca recuperar algo que ya estaba presente. “Este lugar es un depósito de inquietudes y experiencias” reafirma. Es que no es casual que él mismo se sienta atraído por un enclave de estas características: parece que le hubiera llegado a sus manos para plasmar parte de sus sueños, su espíritu curioso y aventurero. Así como se lo ve liderando una de las mayores firmas constructoras y desarrolladoras de emprendimientos inmobiliarios, Camps es también un gran buscador de experiencias . Entre el auto y la moto prefiere las dos ruedas, entre el “all inclusive” y cruzar el nevado de Chañi, a más de cinco mil metros de altura, prefiere lo segundo, y entre un viaje en crucero de lujo y recorrer quince días en bicicleta por Vietnam y Camboya se queda con el pedaleo, y con los caballos de Anastasio, o el kite surf en la laguna o el mar. “De lunes a viernes me llevo bien con la vida urbana, pero llega el fin de semana y me gusta despertarme en el campo, la naturaleza es fuente de inspiración” reflexiona, logrando conjugar ambas dimensiones, aparentemente antagónicas, con gran plasticidad. “Lo nuestro no es el hotel de las comodidades, sino el de las experiencias” admite el ingeniero, que no sólo exploró territorios recónditos y altas cumbres, sino también los terrenos del conocimiento buceando en diferentes corrientes filosóficas y en diversas culturas, como la oriental. Por eso sabe que lo importante no es buscar el lujo sino propiciar un ambiente para vivir experiencias y renovarse. También sobrevuela sobre el nombre Anastasio una historia que no termina de consolidarse como verdadera pero que tampoco se la desmiente. Se dice que Anastasio fue un hombre de mundo, apasionado y exitoso que supo transitar por esa zona con un magnetismo sin igual. Se lo podría catalogar como bon vivant pero iba más allá de eso, era un buceador de nuevas experiencias y llevaba a buen puerto lo que emprendía. No le faltaba fama de ser también muy exitoso en las conquistas amorosas ya que poseía un atractivo especial, su entusiasmo y pasión generaban admiración. Todo ello también se liga al historial de Anastasio. Y si parte de esta mística hoy se transfiere al lugar bienvenida sea, no es más que ligar este emplazamiento, que ya nació hace mucho pero hoy resurge , con el disfrute y el desarrollo personal. Y un dato para tener en cuenta, Anastasio también refiere a dos emperadores bizantinos, a cuatro papas, y a un santo y el santoral indica que la fecha celebratoria es el 22 de enero. También se vincula al nombre Anastasio con uno de los cuentos del Decamerón (Anastasio de Onesti) , la gran obra de Boccaccio, donde el amor y la pasión se entrecruzan de modo visceral y pasional . Esto derivó luego en reconocidas pinturas de Boticcelli que hoy se exhiben en el Museo del Prado. Por todo esto y mucho más se puede decir que Anastasio es un lugar para redescubrir y resulta inspiracional. Y para ir vivenciando Anastasio, ya toma vuelo desde el 15 de diciembre proponiendo una serie de actividades donde se conjugan el aprovechamiento del mar, la laguna y los paisajes naturales . Así se podrá disfrutar del avistaje de ciervos o ñandúes, o de un atardecer sobre el mar, la propuesta es sumar experiencias intransferibles.
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