La movilidad sustentable constituye uno de los principales desafíos de las ciudades en Latinoamérica. Detrás de las grandes ciudades en Latinoamerica que ya vienen transitando este camino, cada vez son más los gobiernos locales que asumen la necesidad impostergable de debatir un tema que tiene efectos nocivos para el medio ambiente, como lo es la contaminación. En Argentina, Mendoza incorporó 18 buses eléctricos, convirtiéndose en la provincia con la mayor flota de vehículos públicos de este tipo. La iniciativa marca un norte hacia la consolidación de un sistema de transporte libre de emisiones de dióxido de carbono y contaminación sonora, y comparte cuáles son sus ventajas así como los avances en el resto del país.
Respecto de la experiencia mendocina, es el resultado de un esfuerzo conjunto del gobierno provincial, la empresa de transporte Andesmar, el operador local de buses Sociedad de Transporte de Mendoza (STM) y la compañía desarrolladora de colectivos eléctricos BYD, de origen chino. Los nuevos buses tienen 12 metros de largo, frenos regenerativos, baterías de hierro fosfato no tóxicas y a prueba de fuego, autonomía de 250 Km y capacidad de alcanzar los 100 Km/hora. Además, están equipados con aire acondicionado y asientos para 26 pasajeros, con espacio para 57 personas de pie y silla de ruedas.
Mendoza también es una de las provincias a la vanguardia en movilidad sustentable desde el punto de vista normativo: en su territorio, quienes tengan un auto híbrido, es decir, vehículos que combinan combustión interna con electricidad, están eximidos del pago de la mitad del impuesto automotor, de acuerdo a la resolución Nº13 de la Administración Tributaria de Mendoza (ATM), que está vigente en primera instancia hasta el final del ejercicio fiscal actual.
“Los vehículos eléctricos facilitan la sustitución del transporte de combustibles fósiles a nivel global, ya que casi el 30% de los gases de efecto invernadero del mundo provienen del transporte y la movilidad. A su vez, la Organización Mundial de la Salud estima que 360 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición incapacitante, siendo la exposición al ruido excesivo del transporte es una de las principales causas”, explicó Pablo Azorín, Jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de FIA Latinoamérica.
Otra de las provincias del país que tomaron medidas para fomentar el uso de vehículos sustentables con el medio ambiente y la salud es Santa Fe, que el año pasado aprobó una regulación por la cual los autos eléctricos fabricados allí no pagarán patente por 10 años. Esta normativa está destinada a promover beneficios para la radicación de empresas que produzcan vehículos a electricidad, hidrógeno, biodiesel o etanol. Por su parte, Neuquén fue la primera ciudad argentina en no cobrarle patente a los autos eléctricos. La exención fue sancionada a comienzos de 2019 por una ordenanza del Concejo Deliberante y apunta a auspiciar el empleo de vehículos impulsados por energías alternativas. Por otro lado, en julio de este año, la Ciudad de Buenos Aires tomó la determinación de eximir del pago del Impuesto de Patentes a los vehículos híbridos y eléctricos radicados en su jurisdicción.
Interrogantes y desafíos
Los esfuerzos a escala local y regional suscitan una pregunta esencial: ¿avanzaremos lo suficientemente rápido para disminuir el ritmo del impacto ambiental con vistas al futuro de nuestros hijos?
El vehículo eléctrico es más confiable y mucho más fácil de operar por su cantidad reducida de piezas móviles, por otro lado, las mejoras continuas en la capacidad de la batería, los hacen cada vez más atractivos. Los consumidores están reconociendo de manera gradual estos hechos, sin embargo, el gran reto es pensar a mayor escala para lograr un verdadero futuro con transportes de emisiones cero.
“Los vehículos eléctricos son solo una parte dentro de un ecosistema que incluye la accesibilidad a una infraestructura de recarga rápida y fiable, el refuerzo de la red, la integración de la generación y el almacenamiento de energía renovable. En este sentido, las empresas de servicios públicos tendrán un papel vital que desempeñar ya sea en promoción de tarifas y suministro de electricidad para equilibrar la oferta y la demanda de energía con la creación de un sistema limpio y adecuado”, resaltó Diego Cosentino, Gerente Regional de FIA Latinoamérica.
En cuanto a la electricidad que nos abastecerá en el futuro, su contribución a un mundo mejor dependerá en gran medida de si proviene de fuentes renovables. En este punto, la sustitución del carbón por gas natural de combustión más limpia y la creciente integración de fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar, serán cruciales para el crecimiento sostenible de la movilidad eléctrica, mientras que las políticas gubernamentales, los incentivos fiscales y la regulación de las tarifas de los servicios públicos serán igualmente relevantes para aumentar la adopción de esas tecnologías.
En conclusión, la promoción de los vehículos eléctricos como parte de un modelo cero emisiones, nos permite avanzar significativamente hacia el futuro de un transporte sostenible, pero es indispensable abordar colectivamente – la sociedad, el sector público, privado y las instituciones civiles – el compromiso de detener la contaminación atmosférica y acústica.