Al parecer, cada vez más mapas en todo el mundo presentan una notoria y obvia omisión: Nueva Zelanda.
Gracias a los canales de noticias internacionales como la BBC, Conde Nast Traveler y el Telegraph, que hicieron eco de esta situación, y a un panel de discusión en un canal social con casi 40 000 miembros en pleno auge, no es de extrañar que la noticia se esté difundiendo y que abunden diferentes teorías al respecto.
A juzgar por el mapa del mundo de la biblioteca de fotografías de Getty, el banco de imágenes de Shutterstock y el souvenir de globo terráqueo del Museo del Aire y el Espacio del Instituto Smithsoniano, ¡pareciera que Nueva Zelanda no existe! Tampoco se ve en los pronósticos meteorológicos, los juegos de mesa, las cafeterías, los globos terráqueos… ¡ni siquiera en el zoológico de Central Park!
Para un país cuya superficie es mayor a la del Reino Unido y es más de dos tercios del tamaño de Japón o Alemania, con una masa continental que incluye un lago casi del mismo tamaño que Singapur, una cadena montañosa mayor a la de los Alpes europeos y una costa mayor a la de California, Alaska y Florida juntas, la insondable Nueva Zelanda ha sido pasada por alto por todos.
Por eso, cada vez más seguidores de este país están convencidos de que hay una conspiración mundial para dejar a Nueva Zelanda deliberadamente fuera del mapa, y están ávidos de respuestas. La Primera Ministra Jacinda Ardern ya está al corriente de esta situación y ha designado al actor neozelandés Rhys Darby, quien vive en Los Ángeles, para investigar las posibles teorías de conspiración en el extranjero.
Existen cientos de motivos por los cuales Nueva Zelanda efectivamente figura en el mapa mundial, por eso ¡ya es hora de llegar al fondo de la cuestión y solucionar el asunto de una vez por todas.