Hoy, millones de calorías alimentan los feeds de nuestras redes sociales vendiéndonos tentadoras experiencias gourmet. Pero la realidad es que eso sólo cubre un momento. Lo importante es fidelizar al consumidor, darle herramientas que faciliten y prolonguen la experiencia de las marcas con las que interactúa, con el objetivo de convertir cada contenido que se produce en una venta para el cliente.
Por cumplir con este plan, una de las ideas que desarrolló Humo Rojo, agencia creativa liderada por Tata Varela y Joaquín Fernandez, fue una tienda online para La Toscana, www.latoscanaselecciones.com, donde pudieron acercarle al consumidor la línea completa de productos saborizados, además de hacerlo participar en lanzamientos exclusivos de venta en el canal online como lo hicieron con las campañas crossmedia Aceitocracia y Bocadistas. Por eso, hoy, además de comunicar productos de calidad, ofrecer experiencias exclusivas a la comunidad de FANs, sumaron el concepto de servicio tienda a mesa.
“De esta manera no sólo educamos al consumidor sobre nuestros productos desde Facebook, Twitter o Instagram, también les damos la posibilidad de concretar la compra con un ecosistema digital completo basado en la experiencia de usuario”, comenta Joaquin Fernandez, DGC de Humo Rojo.
La comunicación de las marcas cambió, y sigue cambiando con el correr del tiempo.
Las marcas buscan generar impactos positivos en las plataformas más activas donde consideran que se encuentra su público. Lo principal a tener en cuenta es no afectar la credibilidad, sobre todo en un nicho tan cargado de estímulos como lo es el foodie.
En comunicación el PNT está instalado hace siglos. “Nosotros consideramos que el influencer debe formar parte de una estrategia de comunicación, y compartir los mismos valores y estilo de la marca para así poder capitalizar su alcance y relevancia”, aclara Tata Varela.
Cada vez está más claro que la construcción de una marca exitosa o posicionar un producto en la mente de los consumidores necesita de varios canales para poder abarcar el constante switch de medios de los consumidores. En un punto, se sigue pensando igual, la publicidad puede exagerar, pero es el consumidor quien decide hasta donde. La intención es aumentar la credibilidad del producto a través del influencer y potenciando la visibilidad y el mensaje de la marca con sus credenciales y canal propio.
Hoy hay que entender que el consumidor es un multiplicador de estímulos, ya que cada uno de ellos es otro canal en sí mismo. Hoy no solo se trabaja para acercar un mensaje al consumidor basado en atributos o historias, sino que a la vez hay que aprender del consumidor para entender qué insights, formatos y ejecuciones puede adoptar una marca para que el mensaje llegue todavía más lejos. Por eso ahora es más importante crear y comunicar el momento de consumo que el producto en sí mismo porque la historia es lo que manda, es el aquí y el ahora, es todo el tiempo y en todas partes.
“Como comunicadores tenemos que entender que las historias que construimos van a ser cada vez más giffeadas, que los primeros 5 segundos son más importantes que el remate y que para lograr la fidelidad hay que innovar y mantenerse fresco”, sostiene Joaquin.
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