La empresa de lencería Ravijour inventó un modelo de corpiño que sólo se abre si la mujer siente «verdadero amor».
El particular invento viene equipado con un chip que detecta la frecuencia de los latidos del corazón y la secreción de catecolamina, un neurotransmisor que los inventores aseguran que sólo aparece cuando hay amor verdadero.
A partir de un algoritmo que combina estos y otros indicadores, el sujetador determina si los sentimientos de la mujer son suficientemente fuertes como para permitir que el corpiño se abra.