Las revistas, la televisión, la web y toda la publicidad y la ficción suelen inundarnos de imágenes perfectas, a veces reales, a veces «photoshopeadas».
Lo mismo ocurre con las vidrieras de los negocios que presentan figuras esbeltas y estilizadas que no responden a los parámetros standard de la gente, y mucho menos tienen en cuenta la morfología de las personas con algún tipo de discapacidad física.
En este contextosurgió la iniciativa de la organizción Pro Infirmis que optó por incluir en las vidrieras unos maniquíes que reflejasen cuerpos reales de personas con algún tipo de discapacidad.
Esto generó un gran impacto en la gente que pasaba y veía las vidrieras con esos cuerpos diferentes y así logró llamar la atención sobre un tema que debería considerarse: la inclusión de lo diferente dentro del universo de la moda.
Esta acción se llevó a cabo en Suiza, y se desarrolló en Zurich.