Activistas de Greenpeace desplegaron en una cancha de fútbol situada sobre una de las márgenes del Riachuelo, un banner gigante con la leyenda “Desafío contra la contaminación” junto a los logos de las conocidas marcas deportivas Nike y Adidas.
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De acuerdo a lo publicado en la página de Greenpeace, la acción tiene por objetivo proponerles la eliminación de las sustancias tóxicas a lo largo de sus cadenas de proveedores y productos.
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La demanda se presenta como resultado de una investigación de Greenpeace Internacional sobre la contaminación de las aguas en China generadas por proveedores de estas marcas globales.
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Por su parte, en nuestro país, la organización ambientalista comprobó que Adidas y Puma elaboran sus productos con materia prima producida por curtiembres que contaminan el Riachuelo.
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El informe de Greenpeace Internacional «Trapos Sucios» -presentado ayer en Beijing-, documenta la presencia de sustancias químicas peligrosas en las muestras de descargas industriales, tomadas en dos instalaciones de producción textil vinculadas con importantes marcas como Adidas, Nike y Puma.
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«Greenpeace desafía a las marcas de indumentaria a eliminar las descargas de sustancias químicas peligrosas provenientes de sus productos y cadenas de proveedores. Estamos demandando a grandes marcas como Adidas y Nike a que tomen la iniciativa, dado que marcan tendencia y pueden tener gran influencia sobre sus cadenas de proveedores”, argumentó Li Yifang, integrante de la campaña de Tóxicos de Greenpeace Asia.
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Al mismo tiempo, Greenpeace Argentina realizó muestreos en el Riachuelo, a la altura de la desembocadura del Canal Millán, área donde se asientan la mayoría de las curtiembres de la Cuenca, y comprobó la presencia de muchas de las sustancias peligrosas identificadas en las aguas de China.
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Por otra parte, el informe también evidencia que entre los proveedores de Adidas y Puma se encuentran curtiembres identificadas como “Agentes Contaminantes” por la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).
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«Hasta el momento, ninguna de las marcas señaladas tienen una visión completa de los productos químicos utilizados y liberados en la fabricación de sus productos.
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La solución a este problema es la adopción de políticas integrales de gestión de productos químicos, que permita la reducción y eliminación progresiva de sustancias peligrosas a lo largo de sus cadenas de proveedores y sus productos”, expresó Félix Cariboni, integrante de la campaña de Riachuelo de Greenpeace Argentina.
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Los productos químicos encontrados en el muestreo realizado por Greenpeace Internacional en China incluyen disruptores hormonales persistentes y bioacumulativos que generan amenazas a largo plazo para el medio ambiente y la salud humana.
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Greenpeace además demanda a los gobiernos adoptar políticas para reducir y eliminar los vertidos de sustancias químicas peligrosas dentro de 25 años.
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“Para avanzar hacia estas políticas, estamos demando para la Cuenca del Riachuelo un Registro Público de Emisiones de Sustancias Peligrosas, que proporcione y haga transparente la información de la carga contaminante realizada por las industrias en la Cuenca”, concluyó Consuelo Bilbao, coordinadora de la Campaña de Riachuelo.
Y de paso que los obliguen a cumplir los derechos internacionales de los trabajadores, de sus fábricas propias, de sus locales y de sus proveedores en otros países de los que también son responsables.